El ensayo que el lector tiene entre sus manos, viene a ser un aldabonazo en el port�n del recuerdo. Su lectura nos encara al rastreo de la huella de ese otro Yo inefable -esp�ritu, fantasma-, inst�ndonos en la urgencia de su recuperaci�n para alcanzar as� una personalidad integrada. El racionalismo cartesiano entendi� al ser humano como compuesto de dos substancias irreconciliables: cuerpo (res extensa) y alma (res cogitans). Sin pretenderlo, esta partici�n acabar�a por favorecer la desaparici�n de la segunda. El viejo esp�ritu que durante siglos hab�a sostenido la carne, transi�ndola de vida, no pudo resistir a estos embates, cayendo, finalmente, en el olvido. El alma, la chispa de luz de los �rficos, se extravi� definitivamente en el sepulcro de la carne. En la presente obra, la b�squeda de ese compuesto et�reo se hace no desde una determinada ideolog�a confesional, sino desde la autonom�a que concede el conocimiento del variad�simo acervo del folclore, la mitolog�a, la historia de las religiones, el pensamiento herm�tico..., as� como tambi�n de las aportaciones del saber positivo. A lo largo de sus p�ginas hallaremos que su destierro es, en realidad, aparente, pues, aunque minoritariamente, su memoria ha logrado mantenerse en �reas de culturas primitivas, perif�ricas a la nuestra. Pero es que, ya dentro de nuestro propio �mbito, han persistido grupos reducidos que no han querido resignarse a la situaci�n equ�voca que los valores dominantes imponen. Nombres se�eros lo demuestran, Helena Petrovna Blavastky, fundadora de la Sociedad Teos�fica; Rudolf Steiner, padre de la antroposof�a; el perturbador George Ivanovich Gurdjieff, etc. Y, aunque no ungidos de ning�n tipo de mesianismo, c�mo no recordar tambi�n al psicoanalista Carl Gustav Jung, a Ren� Gu�n�n, a escritores como Willians Butler Yeats o Herman Hesse entre otros.Por otra parte, el autor del ensayo re�ne las cualidades imprescindibles para encararse adecuadamente a esta dif�cil empresa. Si, de un lado es un gran conocedor del conocimiento esot�rico, de otro -por su formaci�n y su profesi�n- se encuentra dentro de la tradici�n cient�fica. Ello le sit�a en inmejorables condiciones para afrontar la fenomenolog�a del hombre m�gico y de lo inefable que lo envuelve. No desde�ar� los datos que para dicho fin pueda ofrecer la nueva biolog�a, la f�sica, la astronom�a ..., descubri�ndonos la viabilidad del maridaje de sus aportaciones con las verdades de la ciencia sagrada, que hunde sus ra�ces en el pasado m�s remoto de nuestra especie. Saber �ste que se nos ha legado de manera discontinua y, las m�s de las veces, encubierto con la parafernalia de las instituciones religiosas, los ritos y las leyendas.�Es que, acaso, el hombre actual, sometido a una alienaci�n embrutecedora y sofisticada, le puede interesar para algo un trabajo as�?�Acaso no sabemos que el anciano Dios ha muerto y con �l ha desaparecido nuestra necesidad de trascendencia? Ese hombre secularizado, que ha perdido el sentido, precisa, tal vez ahora m�s que nunca, -como Jes�s dijera a Pedro- "palabras de vida eterna." La ilusi�n tecnol�gica languidece y no llena nuestras ansias de infinitud. Volvemos a sentirnos en condiciones de atender el murmullo de ese ser lejano que parec�a habernos abandonado. Necesitamos, en definitiva, la epifan�a de lo sagrado, y, por parad�jico que pudiera resultar, hemos de desligar este t�rmino de la exclusiva esfera de lo religioso.
- | Author: Juan Manuel Borrero Gonzalez
- | Publisher: Independently published
- | Publication Date: Mar 10, 2019
- | Number of Pages: 265 pages
- | Language: Spanish
- | Binding: Paperback
- | ISBN-10: 1799216322
- | ISBN-13: 9781799216322